Es una de las preguntas más repetidas y planteadas por las personas que han decidido irse a vivir juntas. Dar este paso, en muchas ocasiones, genera sentimientos encontrados. Es un momento en el que damos un paso importante en nuestras vidas, el momento en el que dejamos de vivir con otras personas (familia, amigos, compañeros de piso…) o solos, para comenzar a vivir con nuestra pareja.
Por un lado, contamos con la ilusión de un nuevo comienzo: vivir con la persona que queremos es motivo de alegría y euforia. Sin embargo, por otro lado, nos invadirá también un sentimiento de extrañeza: por miedo a saber si funcionará, por inseguridades generadas por la propia convivencia…Sentir todas estas emociones es normal cuando se toma una decisión de esta importancia para nuestra vida personal, pero también debemos aprender a gestionarla de la mejor manera posible desde el principio.
En el momento en que comienzas a convivir con tu pareja, también empiezas a conocer aspectos y actitudes de esta persona que hasta ahora te eran desconocidos. Empezamos a conocer su mochila, lo que cargamos a nivel personal lo llevamos a la pareja y la construcción de esta nueva etapa, que antes no había salido.
En ocasiones, se suele pensar que la persona a la que queremos ha cambiado, pero no es así. Es importante tener en cuenta que anteriormente no hemos tenido una experiencia del día a día con esta persona.
Por eso, darnos tiempo para demostrar como somos en cada momento, ayudará a que entendamos mejor a nuestra pareja.
Consejos para vivir juntos por primera vez
Una vez que hemos dado el paso de irnos a vivir con esa persona, es importante trabajar en algunos aspectos de la relación para que la vida juntos fluya de manera equilibrada y armoniosa.
En primer lugar, y quizás el aspecto más importante a trabajar es la comunicación en pareja. Ninguna relación fluye si las dos partes no se comunican por igual.
En ocasiones, es complicado: quizás por miedo al rechazo, por inseguridades nuestras…no nos atrevemos a compartir con la otra persona qué es lo que nos molesta o qué es lo que nos gusta hacer. Sin embargo, si queremos vivir y crear un hogar con esa persona, es algo que tenemos que hacer.
En la comunicación en pareja también entra la confianza. Si sabemos comunicarnos con la persona con la que estamos, además de poder confiar en no solo en ella, si no en la pareja, lo demás también fluirá. Vamos a tener en cuenta que, si hemos tomado la decisión de irnos a vivir juntos, es porque la relación está funcionando y ambos estamos en sintonía respecto a la vida que queremos en pareja. Por eso, la confianza de que las cosas irán bien, dependerá de ambos.
Además, la comunicación mejorará todo. Si los primeros días de vivir con tu pareja, encuentras que algunas acciones que realiza no están acordes con lo que tú esperabas, puedes comunicárselo. Si lo hacemos desde el principio, esto nos evitará muchas peleas. Sin embargo, también tener en cuenta que tu pareja y tú no tendréis porque ver todos los aspectos de la convivencia de la misma forma, por lo que es importante hablar desde el principio e ir cediendo por ambas partes para crear un espacio saludable para vivir y aprender a debatir.
También es importante entender que, porque nosotros lo creamos así, no siempre la otra persona va a actuar como pensamos. Esto sucede mucho a la hora de realizar las tareas del hogar: uno de los dos acaba creyendo que el otro hará una tarea sin haberlo hablado previamente. Por eso, debemos repartirnos la tarea y organizarnos, para saber qué cosas haremos cada uno para mantener limpio nuestro hogar.
Por otro lado, muchas personas creen que en el momento en el que se van a vivir con su pareja, están renunciando a su independencia como personas autónomas. Pero esto no tiene porque ser así: estar compartiendo hogar con una persona no implica que renunciemos a las cosas que nos gustan hacer como persona individual, es importante mantener nuestras actividades individuales.
Debemos tener en cuenta que seguimos siendo dos personas independientes que ahora viven juntas, pero no tenemos que hacerlo todo en pareja. Antes de estar conviviendo juntos, cada uno de nosotros ya tenía unas rutinas y hobbies, los cuales, por vivir en pareja no tenemos que renunciar a ellos.
Como seguramente ya sepas, todas las personas necesitamos espacios personales para así poder crecer y compartir con nuestra pareja, en este caso. Es muy importante que recuerdes que no es obligatorio comer juntos todos los días, por ejemplo.
Respetar el espacio personal de nuestra pareja será indispensable para la salud emocional en la pareja. Conviene no olvidarlo.
Desde el Centro de Psicología Hemisferios queremos que tengas la mejor convivencia en pareja posible. Por eso, si necesitas ayuda para sobrellevar esta nueva etapa de cambios y adaptaciones, no dudes en ponerte en contacto con nosotras. Estamos aquí para ayudaros a afrontarla.