El duelo lo podemos definir como un dolor total de todas las partes importantes de nuestra vida. Nos duele el cuerpo, nos duele el alma, nos duelen los otros… En la pérdida de un ser querido además nos duele su pasado, su presente y su futuro.
Con este estado de alarma debido al COVID19, no nos podemos despedir de nuestros seres queridos como estamos acostumbrados a hacer. Ese sentirnos arropados por familiares y amigos mientras nos despedimos de alguien que acabamos de perder, también nos lo han prohibido.
¿Qué podemos hacer ante esta situación?
- Lo más importante son nuestras emociones y cómo las estamos viviendo. Aunque nos cueste tenemos que hablar de lo que ha ocurrido, con toda la descripción posible. Esto nos va a ayudar poco a poco a asimilar la realidad.
- Nos va a invadir un sentimiento de tristeza enorme. No lo evites, vívelo y compártelo con los demás. Permitirnos estar tristes es algo funcional para asumir la perdida.
- Otra de las emociones que sentimos es rabia, enfado o injusticia ante el estado, el personal sanitario o las medidas que se han tomado. Esta emoción es totalmente válida al igual que la tristeza así que vamos a dejar que aparezca para que sea natural también.
- Necesitamos a nuestros amigos o familiares para sobrellevar esta perdida. Ahora no podemos tenerlos de una manera física pero las tecnologías nos está ayudando mucho, aprovéchalas y si hay alguien que no sepa utilizarlo enseñarles. Porque os recuerdo que estamos aislados, no solos.
- Una de las herramientas que podemos utilizar para esta situación es llevar un diario emocional en el que cada día escribamos cómo nos sentimos para poder expresar y sacar hacia fuera todo lo que vamos sintiendo.
- Podemos también escribir una carta de despedida con todas las cosas que no le hemos podido decir en vida o en esta situación, para en un último párrafo, despedirnos del él.
- Podemos hacer también un ritual de despedida solos en casa o con las personas que queremos que nos acompañen. Podemos hacer una videollamada, que cada uno tenga o diga un recuerdo de esa persona, fotos, un objeto significativo, unas velas, y podemos leer algo, un poema o algunas palabras que hayamos escrito previamente. Cuando todo esto acabe podemos hacer otra despedida, ya con todos de una manera presencial.
- Es importante también cuidar a la persona más afectada y que pueda seguir con su rutina de higiene, alimentación y sueño.
Todas estas pautas nos servirán para no generar un estrés post traumático por no poder despedirnos de la persona querida.
Si no sois capaces de sobrellevar esa situación no dudéis en consultar con un profesional.