Todos hemos sido niños y hemos tenido rabietas, berrinches y caprichos. Crecimos y con el instituto comenzaron las preocupaciones, las fiestas y romances. Sin embargo, parece que cuando crecemos no pensamos que nuestros hijos pasan por diferentes fases parecidas a las nuestras, por lo que hoy explicaremos las fases que pasan nuestros pequeños cuando crecen.
A partir de los 10 años, nuestros hijos comienzan a experimentar una serie de cambios que los padres podemos no percibir totalmente. Algunos, son evidentes, como el crecimiento. De otras nos damos cuenta poco a poco, ya que con la convivencia diaria son casi imperceptibles.
En primer lugar, se encuentra la preadolescencia. Como hemos mencionado, los hijos sufren una transformación, pero no solo física, sino también psicológica. Ya no son niños y poco a poco se volverán más independientes. Comienzan a desarrollar nuevas capacidades y son mucho más observadores. En esta etapa comienzan a fijarse mucho más en los roles de género, ya que quieren encajar en su grupo social. En esta etapa serán muy importantes las relaciones sociales, ya que comenzarán a establecer sus primeras relaciones con amigos y a tener sensación de grupo.
En segundo lugar, la adolescencia temprana se produce hasta los 14-15 años. Durante esta etapa se producen cambios hormonales y de humor. Esto puede provocar que en ocasiones se enfrenten a los padres, ya que consideran que son suficientemente adultos como para gestionar sus propios asuntos. Hay que tener paciencia: están formando su propia personalidad y autoestima y tienen muy en cuenta las opiniones de los demás sobre ellos mismos. Comienzan a experimentar la sensación de vulnerabilidad y el narcisismo como consecuencia de los cambios psicológicos.
Además, también es una etapa de experimentar: los adolescentes comienzan a tener interés por el sexo y empiezan a tener sus primeras relaciones de pareja. Esto puede incluir, además de relaciones afectivas, las relaciones sexuales, aunque estas no se podrían enmarcar en una etapa concreta. También experimentan con otras sustancias, hay que tener cuidado: en el final de esta etapa pueden probar el alcohol o el tabaco.
Por último, en la adolescencia tardía (de 15 a 19-20 años aproximadamente) los adolescentes ya han desarrollado por completo su forma física y su personalidad. Es la etapa en la que más afloran las preocupaciones, ya que han desarrollado completamente su pensamiento abstracto y pueden pensar en las consecuencias que tendrán sus acciones y en sus planes futuros. Además, también tienen noción de la conciencia social y están perfectamente capacitados para mantener juicios críticos sobre diferentes aspectos de la sociedad. Abandonan su egocentrismo y la preocupación por su imagen, en general, decae. Están a un paso de convertirse en adultos.
Todas estas etapas son complicadas para ellos, por las dudas, preguntas, inseguridades, estar rebelde o irascible, pertenecer a u grupo social o a otro, no saber si me gustan las chicas o los chicos,…pero también es complicado para los padres porque parece que se nos ha olvidado que nosotros también pasamos por esto. Así que estés en un lugar o en otro, no dudes en consultar con nuestra psicologa infantil en Chamberí.