Nadie puede poner en duda que el amor, y más si es en pareja, es uno de los mejores sentimientos que cualquier persona puede llegar a sentir. Esa sensación de haber encontrado a la persona que podría acompañarte el resto de la vida no es comparable a ningún tipo de amor. Pero, ¿cómo cuidamos nuestra relación? En el post de hoy vamos a dejar algunos tips para fortalecer la relación y que sea sana y plena para ambos.
Partiendo de la base de que una relación funciona y se mantiene gracias a la confianza que se genera y la seguridad que nos da el otro, hay dos acciones más que han de estar siempre presentes. Una de ellas es estar a solas con nuestra pareja al menos una o dos horas. Con el paso del tiempo, el trabajo, los niños u otras actividades, hacen que se produzca cierta distancia. Por ello es bueno encontrar una actividad común con la pareja que nos permita tener un momento de intimidad. Esto supondrá revivir emociones de la fase de enamoramiento.
Por otro lado podemos hacer referencia al espacio personal. Tener ciertos momentos de soledad hacen que se fortalezca la relación, ya sea pasando tiempo con amigos, familiares o haciendo actividades solo.
Una de las actuaciones que denota prioridad hacia la pareja es la de irse a dormir a la vez. Haciendo esto se consigue un espacio de comunicación, contacto y deseo sexual. En todo lo relacionado con el sexo hablar con nuestra pareja de cuáles son sus preferencias o gustos es fundamental, ya que es una de las bases para conseguir una relación sana y duradera.
En este entorno un beso de buenas noches puede fortalecer los lazos de amor. Con este gesto el cerebro procesa un recuerdo de amor por parte de la pareja durante el resto de la noche. No solo los besos antes de dormir refuerzan el vínculo amoroso, también lo pueden hacer los de buenos días y las despedidas antes de irse a trabajar.
La empatía es un sentimiento que ha de estar siempre presente. Un buen momento para conseguirla es hacerlo antes de la desconexión total que nos puede proporcionar ponernos una serie o dormir la siesta. Al hacerlo habremos tenido una conversación cálida y sencilla con la que habremos conseguido deshacernos, en parte, de algunas de las preocupaciones que han surgido a lo largo de ese día.
De igual manera desarrollar el sentido del humor de forma conjunta denota complicidad. Cómo también lo puede hacer pensar y definir proyectos conjuntos, lo que supone la creación de vínculos fuertes y permanentes. Algunos ejemplos pueden ser el plan para el próximo fin de semana, el compromiso de irse a vivir juntos, casarse o tener hijos.
Por último, podemos hacer referencia a dos actitudes que siempre han de estar presentes en la relación, perdonar. Los errores nos dan la oportunidad de aprender y nadie es perfecto. Por otro lado saber escuchar para conocer cuáles son las necesidades de nuestra pareja, aquí no vale imaginar y suponer.
Si no eres capaz de poner en práctica alguno de estos tips no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo para que nuestro terapeuta de pareja pueda ayudaros.