La familia y la pareja son sinónimos de amor y también de estabilidad. Tienden a estar ligadas la una a la otra, si conseguimos construir una familia suele ser consecuencia de que la situación en pareja ha pasado a otro nivel de confianza y compromiso. Ambas, son metas principales de prácticamente cualquier persona y cuando se alcanza, tanto el amor en pareja como el calor de la familia, se experimenta un sentimiento de satisfacción enorme. Pero si hay algún acontecimiento negativo que ocurra mientras estamos construyendo alguno de los dos espacios, se puede crear un sentimiento enorme de fracaso o un sufrimiento significativo en la persona.
Los problemas que pueden aparecer bien en una relación de pareja o de familiar, se trata de situaciones muy complicadas y delicadas. En prácticamente cualquier pareja o familia surgen problemas, eso sí, pueden ser de mayor o menor gravedad. Cuando hablamos de situaciones que parecen insostenibles, los protagonistas tienden a buscar soluciones rápidas a los conflictos, y pueden tomar dos caminos, tratar de poner tiritas o por otro lado abandonar la situación que no les satisface, pero ni una ni otra suele ser la solución adecuada. Por ello, el psicólogo de pareja o el psicólogo familiar son una alternativa de lo más eficiente. Por eso, hemos querido especializarnos en este ámbito y ayudar a las parejas y a las familiar que lo sufren, ya que son nuestro motor de la sociedad.
En la pareja, nos encontramos en el día a día de la clínica con muchas problemáticas y son más problemas de los que pueden aparecer a simple vista. Hablamos de las infidelidades, que es una de las principales causas de acudir a terapia de pareja, pero también de celos o insatisfacción sexual. Quizá los celos, parecen más controlables, pero los otros problemas mencionados puedan significar la ruptura. Sin embargo, si se pone pausa a la situación y además, añadimos una tercera persona, que vea las cosas de una manera objetiva y analice la situación con la pareja, encontrando las causas del sufrimiento, el camino puede ser menos duro.
Por otro lado, moviéndonos a la escena familiar, por muchos motivos llegamos a conflictos, aunque en la mayoría de los casos sea de manera involuntaria. Cuando queremos crear una familia y por lo motivos que sean, ese deseo de ser padres no se cumple y tenemos que entrar en un proceso de fertilidad, puede generar culpas y enfados en la pareja, y el fracaso que ello conlleva si una vez intentándolo no se cumple. Todo este proceso lo llevaríamos mejor desde una terapia especializada en apoyo de reproducción asistida y embarazo.
Pasamos también por problemáticas más comunes, como la falta de comunicación o problemas a la hora de tratar con adolescentes. En muchos de los casos que acabamos de mencionar, la situación familiar puede volverse tóxica y entrar así en un círculo de discusiones y momentos desagradables. El resultado pueden ser divorcios con hijos de por medio o en momentos más extremos violencia familiar. En todos estos casos, es cuando necesitamos a un especialista, ajeno al ámbito familiar, con un punto de vista objetivo, marcará las pautas y establecerá soluciones concretas para cada caso.
En términos de psicología, pasa como en cualquier ámbito de la medicina, no dejaríamos nuestros problemas en manos de cualquiera. Por este motivo, hay que saber contactar con profesionales. En nuestro caso, Centro de Psicología Hemisferios, somos especialistas tanto en Terapia de Pareja, como en Terapia Familiar. Si está buscando un psicólogo para cualquiera de los ámbitos mencionados, contacte con nosotros.