Las preocupaciones nos abordan desde las primeras horas de la mañana. El ritmo acelerado de vida nos impide saborear momentos de calma. En la época que estamos de cambios, vuelta a la rutina, comienzo de coles, … Todo se nos hace un poco cuesta arriba pero no podemos olvidar que para poder reducir las preocupaciones es necesario cambiar la forma de pensar.
Conoce a Nuestros Profesionales
La creencia de que la preocupación es positiva y nos ayuda a resolver los problemas es una creencia errónea, la preocupación no tiene un propósito positivo. Pasamos mucho tiempo pensando y tenemos que recuperar el control de nuestra mente. Hay veces que si nos ayuda a actuar y a resolver problemas pero cuando se vuelve recurrente e incontrolables nos paralizan y nos afecta a nuestra salud física y emocional.
Os dejo algunas claves:
– Meditar. Para saber meditar hace falta experiencia y mucho aprendizaje. Mi consejo es que focalicemos la atención en el presente , en lo que estamos haciendo en ese momento, para poder interrumpir el bucle de las preocupaciones.
– Planificar momentos de preocupación. Reservar un momento del día para preocuparte. Es un poderoso ejercicio que te ayudará a gestionar mejor esas creencias recurrentes. Además te ayudará a ahorrar tiempo y dejar los problemas a un lado hasta que llegue su momento.
– Hacer ejercicio, los beneficios de hacer ejercicio de manera habitual todos lo conocemos, asique no olvidemos practicarlo de forma regular para poder dejar las preocupaciones a un lado. Reduce la ansiedad y mejora nuestra salud emocional.
– Expresar tus preocupaciones. Sobretodo con quien tengas confianza y sea capaz de escuchar sin juzgar. Te harán ver las cosas de su punto de vista y será más fácil. Si lo decimos en voz alta calmaremos el círculo vicioso del miedo y la ansiedad. También viene bien escribir esas preocupaciones, ya que genera un momento de calma.
Espero que estas pequeñas recomendaciones os sirvan para mejorar vuestro día a día.