La adolescencia es una etapa complicada tanto para los propios adolescentes como para quienes los rodean, como la familia o los amigos. Sus problemas pueden ser complicados y necesitan de una intervención terapéutica eficaz que se adapte a sus características y les ayude a resolverlos.
El objetivo de la terapia es ayudar al adolescente a que recupere o reestablezca su bienestar en un tiempo breve. El adolescente será capaz, por sí mismo, de poner nuevas soluciones a sus problemas. Además, cambiará rápidamente a nivel individual y en sus relaciones familiares y sociales.
Es importante recordar que para hacer una terapia para adolescente no es necesario que se le diagnostique alguna enfermedad mental. Basta con que identifiques alguna situación problemática y que sientas que no puede solucionarla por sí mismo, aunque ya lo haya intentado.
En este post abordaremos una serie de indicadores que te pueden ayudar a tomar la decisión de llevar a tu hijo adolescente al psicólogo. ¡Sigue leyendo!
¿Cuándo debes llevar a tu hijo adolescente al psicólogo?
Es común que los adolescentes lleguen a consulta cuando el conflicto o problema adquiere un nivel de gravedad alto. Es importante que, en cuanto los padres se den cuenta, acudan a terapia.
La adolescencia es una etapa en la que se conforman la personalidad y la identidad de las personas. Si durante esta etapa vive algún trastorno psicológico como puede ser un trastorno de ansiedad, un trastorno de alimentación, o un conflicto intenso con sus padres, esta dificultad podrá afectar en el sano desarrollo de lo que, por su edad, tiene que constituirse a nivel psicológico y sino se soluciona le llevará consecuencias en la vida adulta.
Es decir, si por ejemplo, el adolescente padece un trastorno de ansiedad, y éste no es tratado, es muy probable que termine de configurar una personalidad de tipo ansioso. Sin embargo, si aborda este cuadro clínico en terapia, y puede superarlo, terminará su adolescencia viéndose a sí mismo capaz de solucionar dificultades y configurará una personalidad sana con una buena autoestima y fuerte autoconfianza cuando sea adulto.
Por lo tanto, no recomendamos esperar a ver lo que pasa, la intervención rápida, e incluso la prevención van a ayudar a que el problema no se agrave. Hay una serie de indicadores que te pueden ayudar a tomar la decisión de llevar a tu hijo adolescente al psicólogo:
- No se relaciona con la gente de su edad, solamente con adultos.
- No cuenta qué hace cuando sale.
- No habla sobre él.
- No come o come con mucha ansiedad.
- Gran cambio en los resultados académicos.
- Cambios bruscos en su personalidad.
- Preocupación obsesiva por algo concreto.
- Alteraciones en el sueño.
- Aislamiento excesivo.
- Baja autoestima.
- Lloros con frecuencia.
Principales problemas psicológicos que puede presentar un adolescente
Como hemos visto antes es muy importante identificar posibles problemas que puedan desenfocar en enfermedades que deben ser tratadas por expertos.
Ansiedad
Hablamos de trastorno de ansiedad en la adolescencia cuando este tipo de preocupaciones y algunas otras se vuelven excesivas o se dan en etapas del desarrollo que no corresponden. La ansiedad en estas edades se puede manifestar mediante miedos y fobias, obsesiones o TICS nerviosos.
Depresión
La apatía y falta de rendimiento escolar. La indiferencia y el aburrimiento ante situaciones divertidas y de ocio. Todas pueden ser síntomas de que el adolescente esté sufriendo depresión. En esta etapa se producen importantes crisis existenciales, con señales que tanto padres como educadores deben interpretar.
Estrés escolar
En los adolescentes el estrés escolar es más común por la presión a la que pueden estar sometidos ya sea por si mismos o por terceros. Ya que un adolescente no sabe gestionar solo un problema de bullying.
Conductas agresivas
De los 12 a 17 años nos encontramos con actitudes crueles donde el daño físico es el protagonista, robos a la fuerza, violencia o consumo de drogas. Además de infracción de las normas del colegio y amenazas e intimidación a otros niños.
Baja autoestima
La adolescencia al ser una época de tantos cambios, incluidos los físicos, hace que muchos jóvenes les cueste aceptar su nuevo cuerpo que está en constante cambio. Así mismo trabajamos para dotar de seguridad y confianza a los más jóvenes exprimiendo sus virtudes para que alcancen su máximo potencial personal.
Trastornos alimenticios
Un trastorno alimenticio es una afección grave mental relacionado con los hábitos alimenticios por la cual un alto porcentaje de casos necesita ayuda médica y psicológica. Médica debido a que las elecciones tomadas han supuesto una destrucción parcial o completa de su salud. Psicológica para abandonar los malos hábitos alimenticios, aumentar la autoestima y eliminar las distorsiones de realidad que tienen consigo mismos.
¿Qué beneficios se obtienen con la terapia?
El adolescente, además de solucionar el problema que le trae a terapia, también va a conseguir controlar la ansiedad, aumentar su autoestima, relacionarse mejor con su entorno, y adquirir autoconciencia y autoaceptación, es decir, va a conocer y entender qué le está sucediendo.
En este espacio no hay enfados ni regañinas, juicios o consejos de padres que está habituado a escuchar y no se ajusta a su realidad. Es un espacio en el que se escucha a sí mismo, se le va a entender lo que dice o expresa, se va a analizar y sacar conclusiones de ellos mismo que le llevarán a un ajuste más adecuado en su contexto.
En nuestro Centro de Psicología Hemisferios, hemos incorporado al equipo a una psicóloga de adolescentes e infantil para ayudarte a que tus hijos se desarrollen de forma óptima. Ayudamos a los adolescentes a adaptarse a todas estas nuevas circunstancias, dándoles herramientas psicológicas que les faciliten esta transición.
Os esperamos en nuestro centro, seguimos trabajando para vosotros en todos los ámbitos de una manera integral y formando equipo.