Es común encontrarse en situaciones sociales donde nos comenzamos a poner nerviosos. Empezamos a sentir mariposas en el estómago o temblores en algunas partes del cuerpo que nos indican que algo nos está comenzando a generar estrés o miedo.
En la mayoría de los casos es común, pero puede suceder que este miedo social se apodere de tu vida cotidiana. Así, tareas rutinarias como comprar el pan o pedir la comida pueden actividades imposibles de realizar. Esta ansiedad tan radical se conoce como “ansiedad social”.
La ansiedad social se caracteriza por el temor o pánico a las situaciones sociales. No solo se incluyen aquellas labores dónde es necesario hablar con otra persona, sino que este también provoca un temor intenso y persistente a ser observado y juzgado por los demás. Esto implica actividades tan banales como: hablar en público, exponer delante de la clase, entrar a una sala con mucha gente o, incluso, pasar tiempo con muchas personas.
Las personas que lo sufren suelen tener una ansiedad tan intensa que siente que la situación no se puede controlar. Para ellas, pasa de ser una debilidad a un obstáculo en su vida. Por ejemplo, puede ser que las personas que sufran nervios por una actividad social puedan llegar a realizarla, pero en el caso de la ansiedad social es imposible pensar en la sola idea de ejecutarla. Sienten tanto temor que terminan por evitar ir a los lugares donde se les causa esa angustia.
¿Qué síntomas tiene la ansiedad social?
Cuando se vive una situación con ansiedad social, puede ser que te encuentres con alguno de estos síntomas comunes:
- Comenzar a sudar o a temblar. A menudo, el cuerpo comienza a mandar señales a través del excesivo sudor o temblor para indicar que se está comenzando a tener un ataque de ansiedad social.
- Aumento de los latidos del corazón. Esto se produce a causa del estrés, que inicia en tu cuerpo la rápida producción de cortisol y adrenalina como una forma de respuesta ante ese estímulo.
- Se puede sufrir dolores o malestares estomacales generados por la ansiedad social.
- Conciencia de que se tiende a evitar lugares donde sabemos que puede haber muchas personas.
- Sentirse demasiado insegura o tímida frente a otras personas. También puede ocurrir que la persona sienta que se le juzga en ese momento muy negativamente.
Las navidades son el mejor tiempo para pasar un rato agradable con la familia. Se prepara la comida y la mesa a la vez que toda la familia va llegando. El champán, marisco y canapés son los acompañantes de esas fiestas. Pero esta puede afectar radicalmente a las personas que sufren de ansiedad social. Pasar tiempo con mucha gente (aunque sea su propia familia) en una misma sala puede causarle estés, miedo y pánico.
Consejos a seguir
Si padeces este problema puede ser normal que comiences a analizar cómo puedes enfrentarte a ello. Aquí te dejamos varios consejos que puede seguir:
Prepárate para el momento
Las navidades, tarde o temprano van a llegar y se van a tener que celebrar. Por eso, comienza a mentalizarte de que va a llegar antes de que la situación te pille desprevenido. Es recomendable que comiences a pensar en todas las cosas positivas, no solo en las negativas, para que así te ayuden a afrontarlo desde otra perspectiva.
También, puedes preparar algunos temas de conversación que creas que pueden salir para evitar situaciones que te resulten incómodas. En estos casos, comenzar a practicar algún ejercicio de relajación puede venirte bien.
Acepta lo que sientes
No hay mejor forma de afrontar los problemas que reconociendo que los padeces. De nada sirve ignorar que estas fiesta te están provocando ansiedad y angustia. Permítete expresar tus sentimientos.
Planifica un horario
Sentir que no puedes con todo no es una opción estas navidades. Para evitar más agobio, es esencial que te planifiques que vas a hacer en estas fiestas. Cuenta: cómo vas a llegar al lugar, a qué hora vas a salir, qué tienes que llevar, cómo vas a querer ir vestido… Cada detalle es importante.
Ponte algo de trabajo
Tener ansiedad social puede conseguir un pensamiento constante en la causa del problema. Pero, si estás pensando en las tareas que tienes que hacer, te resultará más sencillo no concentrarte en lo malo. Cualquier tarea sirve, desde ayudar a otras personas, como empezar a realizar actividades deportivas. El objetivo es conseguir pensar negativamente lo menos posible.
Sé realista con lo que puede pasar
Hay que ser conscientes de hay cosas que pueden salir mal. No hay que buscar la perfección, simplemente hay que buscar nuestra propia tranquilidad emocional. Hay que ser sincero con uno mismo y decidir qué cosas puedes permitirte hacer y organizar de acuerdo con tu ansiedad social. No hay que intentar más todas las cosas posible, sino que hay que ir poco a poco.
En Hemisferios sabemos lo importante que es para ti poder estar bien mientras disfrutas de las fiestas y de tus familiares. Por ello, si necesitar dar solución a cualquier pregunta, no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte siempre que lo necesites.